Sang-Woo es un niño de
siete años, el cuál ha crecido toda su vida en la ciudad. Debe mudarse a casa
de su abuela muda, , con problemas en la espalda, encorvada, muy arrugada en la
rudimentaria provincia surcoreana, ya que su madre debe trabajar en Seúl por
problemas económcos. Ante el cambio de entorno, su caprichoso carácter hace de
su estadía un acto de rebeldía enfrentado por su tolerante abuela con mucho
amor fraterno ,sin perder de vista que no es sólo un niño caprichoso, sino su
nieto.
El pequeño Sang-Woo
(Seung Ho-Yoo), acostumbrado a las comodidades urbanas, no comprende cómo su
abuela (Eul-Boon-Kim) puede vivir sin energía eléctrica ni agua corriente, así
como tambien sin ningún tipo de lujo o comodidad conocido por él. Sin embargo y
a pesar de que Sang Woo es desobediente y grosero, la abuela hace lo posible
por entender y complacer todos sus caprichos, e incluso gastar los pocos
centavos que tiene en comida y golosinas para su nieto.
Así, Sang Woo es obligado a pasar de un mundo
artificial, a uno natural e improvisado, en donde su mala educación no le
servirá como arma.
Aprenderá a comunicarse verdaderamente con su abuela, sin palabras, sólo con gestos, con miradas, con intenciones.
Aprenderá a comunicarse verdaderamente con su abuela, sin palabras, sólo con gestos, con miradas, con intenciones.
El primer gesto afectuoso de la abuela para con su
nieto se da cuando están sentados con la madre del niño y su abuela le quiere
acariciar la cabeza, y él despectivamente la rechaza, diciéndo “Huele mal”.
A Sang-Woo le resulta impensable este mundo rural, donde corretean los pajaros y las casas están mal construídas y desvaídas, el tener que ayudar a su abuela con los quehaceres de la casa (aunque sea con una mala actitud, de mala gana). Luego de cierto plazo de tiempo estas situaciones lo hacen madurar y comprender
que el mundo no es sólo la ciudad y lo que el ya conoce, sino que hay otras realidades para contemplar.
Odioso en momentos, el niño aprende a comprender el silencio obligado de su abuela en un proceso mediante el cual los 70 años que les separan ya no parecen un obstáculo insalvable, al prevalecer en esta rara y poco común relación, que se da en muy poco tiempo
La virtud de la humildad y la importancia de los
lazos familiares que se forman son importantes para él. Finalmente cuando debe
retornar a la ciudad con su madre, el niño se da cuenta de que el rechazo que
tenia a lo largo de la pelicula desapareció y que Sang extrañará a su abuela.
Por eso pide a esta que le escriba e intenta enseñarle a escribir las frases
"Te extraño" y "Estoy enferma" así si eso ocurria el niño
vendría rapido a ayudarla. Cita: “No puedes hablar ni tampoco usar el teléfono,
así que tendrás que escribirme… Abuela, si te pones enferma envía una carta en
blanco, así siempre sabré que eres tú y vendré corriendo para ayudarte
El último gesto que le hace Sang-Woo a su abuela
ocurre en la última parte de la película, en la despedida, cuando se sube al
micro con su madre, vuelve a bajar y le entrega unas hojas con sus dibujos para
que lo recuerde, y las frases que había intentado enseñarle: “Estoy enferma” y
“Te echo de menos”. Y por último y no menos importante, mientras el micro se aleja,
el nieto le hace el gesto del pecho a su abuela, despidiendola, y así
demostrando al público cuánto llegó a querer a su abuela, dejando todos sus
prejuicios de lado.
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